¿Te han dicho que es subclínico? Lo dudo. Descubre porqué el hipotiroidismo subclínico no existe y, si te lo han dicho, debes buscar otras opciones ya.
—Hola, Montse. Me llamo Susana, tengo treinta y cinco años y el médico me ha dicho que mi hipotiroidismo es subclínico y que no debo preocuparme antes de tiempo —empezó explicándome en la consulta—. Me ha dicho que esperaremos a que la cosa avance para medicarme y que no puedo hacer nada para evitarlo.
—¿Y tú cómo te encuentras? —le pregunté, mordiéndome la lengua sobre lo que pensaba de esa propuesta.
—Bueno, yo sabiendo que es subclínico y que no tengo de qué preocuparme creo que debería encontrarme mejor de lo que estoy —respondió preocupada—. De un tiempo a esta parte, lo que estoy notando es mucho desasosiego. No sabría como definirlo; quizás lo que más se parecería es una agitación interna. Me produce una ansiedad casi permanente, me agota, aunque luego no pueda dormir bien y me levante más cansada de lo que me he acostado.
Y siguió desgranando sus sensaciones:
—He tenido que dejar apartados algunos proyectos personales que me hacían mucha ilusión, porque ya no rindo como antes.
»Mi trabajo es bastante estresante y tengo que apuntarlo todo, hasta el más mínimo detalle, porque si no me olvido de cosas básicas. Incluso instrucciones que me acaban de dar y que antes hacía casi sin pensar. Ahora todo me cuesta un gran esfuerzo mental y físico.
»A cada poco, debo preguntarme: «A ver. ¿Qué iba a hacer ahora?».
»La sensación es como si hubiera una especie de huella medio borrosa en mi memoria. Antes podía recordar todo sin tanto esfuerzo.
—¿Has notado algún otro síntoma que te preocupe o algo diferente a hace un tiempo? —le inquirí.
—¡Sí! Pero no sé si tendrá alguna relación. Mis reglas son más irregulares y dolorosas que antes —añadió—. El endocrino me ha dicho que no tiene que ver con el hipotiroidismo y que vaya a la ginecóloga para que me recete anticonceptivas, pero yo no lo veo nada claro.
—Ciertamente las alteraciones menstruales pueden ser uno de los primeros síntomas del hipotiroidismo. ¿Y alguna cosa más que notes cambiada en tu cuerpo? —insistí.
—Bueno, hay un tema que me da mucha vergüenza —dijo sonrojándose y bajando la cabeza—. Se trata de la falta de deseo sexual. No es que yo fuera superfogosa, pero antes me apetecía de vez en cuando. Sin embargo, ahora nunca tengo ganas. Podría pasar meses sin hacerlo. Noto como si no tuviera energía para ello y para tantas otras cosas.
Aquí se quedó callada unos instantes y luego me habló con el corazón en la mano.
—Voy tirando como puedo con mi vida a cuestas, pero sí que es verdad que me noto muy alicaída. De hecho, tengo pensamientos muy negativos sobre mí y sobre los demás. Los tengo con mucha más frecuencia que antes. Tengo la sensación de que todo lo malo me va a pasar a mí o a los míos.
»Es una especie de certeza funesta que me persigue de forma intermitente. Sobre todo, cuando más me atenaza es a medianoche. Muchas veces me levanto con un sobresalto, sin venir a cuento de nada. No hay ruidos fuera ni dentro de casa, pero yo me temo lo peor: sufro de un miedo infundado de que vayan a entrar a robar.
»En esos momentos, intento relajarme. Pero para entonces mi cerebro ya se ha puesto en alerta máxima: “Vamos a pensar en todo lo terrible que puede pasar”. Y me vienen ideas muy pesimistas sobre lo que me puede suceder en el futuro inmediato y a largo plazo. Me angustia, no descanso y luego me siento agotada cuando suena el despertador.
El caso de Susana es un claro ejemplo de los síntomas iniciales del hipotiroidismo no subclínico.
Por más que le pongan la etiqueta de subclínico (consulta las «Lecciones aprendidas» a continuación para entenderlo), no significa que no te esté afectando. De hecho, cuando te ponen esta etiqueta es porque ya existe una alteración hormonal de los valores de TSH. Dicha TSH (hormona estimulante de la tiroides) es el parámetro más insensible para medir lo que ocurre en tu cuerpo.
Cuando la TSH está alterada, los otros parámetros (en especial la falta de T3L) ya llevan tiempo provocando un hipotiroidismo en tus células y tejidos.
Por eso te encuentras tan mal.
Te han dicho que hipotiroidismo subclínico, que no te afecta, pero mientras tanto tu sigues:
- postergando tus planes de futuro profesional y personal para cuando te encuentres bien;
- esperando ese ansiado positivo que no llega después de año y pico llorando tras cada regla;
- aplazando tus ilusiones de empezar ese nuevo proyecto porque no tienes energía;
- rehuyendo el sexo porque hace mucho tiempo que perdiste el deseo;
- llorando cada vez que te cepillas por la caída del cabello;
- imaginando qué feliz serías si, por fin, tuvieras ganas de jugar con tus hijos, nietos o sobrinos sin sentirte agotada;
- añorando cuando tenías fuerzas para cocinar comidas ricas para ti, tu familia y tus amistades;
- recordando cuando podías arreglar toda la casa y luego salir a pasear con tu mejor amiga;
- deseando poder volver a apuntarte a cursos y aprovecharlos al máximo;
- aplazando vivir la vida en plenitud porque este cuerpo cansado ya no te sigue el ritmo;
- posponiendo la felicidad de ir de excursión (o de viaje) porque estás demasiado agotada al cabo de media hora de caminar;
- sintiéndote veinte años mayor de lo que dice tu fecha de nacimiento;
- cargando con un sobrepeso que no guarda relación con tu siempre eterna dieta;
- sin poder ir al gimnasio dos días seguidos porque tu cuerpo desfallece;
- sintiéndote frágil e incapaz de confrontar la incertidumbre de tu vida si sigues así;
- llorando la pena de que todo te siente mal y sin saber qué comer para estar mejor;
- intuyendo que ya no tienes fuerzas para conseguir lo que deseas;
- sintiendo que estás en lo más hondo del pozo y que no sabes cómo hacer para salir de él;
- intuyendo que tu hipotiroidismo de subclínico no tiene nada y que ya lleva tiempo fastidiándote la vida;
- pensando en que no vas a esperar el veredicto de un juez desactualizado;
- decidiendo actuar para estar mejor desde hoy.
Descubre en las lecciones aprendidas a continuación porque el hipotiroidismo subclínico no existe.
Lecciones aprendidas sobre el hipotiroidismo subclínico
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Agotamiento, pesimismo y problemas para dormir suelen ser los síntomas iniciales del hipotiroidismo no subclínico.
También lo son la hipercolesterolemia no atribuible a la alimentación, las alteraciones menstruales, los problemas de fertilidad y la larga lista de síntomas que repaso en este otro artículo. Si en tu familia existen antecedentes de problemas de tiroides (sea hipo o hiper), pide que te la revisen. Y ten muy presente lo siguiente.
Ponte en alerta si:
- te miran la TSH y está por encima de 5 microUI/ml, pero como tienes la T4 «bien» (dentro del rango), te dicen que tú tienes que estar bien;
- te miran la TSH y está entre 2,5 y 5 microUI/ml, pero ya no te miran nada más.
¿Qué puedes hacer si tu TSH está por encima de 2,5 microUI/ml y te encuentras mal?
Hay varias opciones: una es encargar un panel de tiroides completo en un laboratorio privado. Escribe en el buscador «panel de tiroides completo» y tu ciudad y te saldrán opciones económicas. A continuación, busca un profesional de la medicina que esté al día y pueda darte un diagnóstico afinado.
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El hipotiroidismo subclínico no existe.
Es un diagnóstico basado en parámetros desactualizados. Te explico por qué.
Subclínico significa que no tiene clínica, es decir, que no da síntomas. Los síntomas del hipotiroidismo pueden afectar a cualquier tejido u órgano del cuerpo. Si te encuentras mal, pide que te revisen bien la tiroides.
Se calcula que la mitad de las personas con problemas de tiroides no tiene aún diagnosticada la enfermedad. La referencia para diagnosticar el hipotiroidismo es la TSH. Este parámetro es insensible y sus valores están desactualizados; por lo tanto, nos da poca información. Cuando digo que la TSH es insensible me refiero a que cuando está alterada (por encima de 2,5 microUI/mL) ya suele dar sintomatología por déficit de T3L en los tejidos (hipotiroidismo tisular o celular). La realidad es que muchos médicos no se preocupan hasta que no está por encima de 5 microUI/mL. Para entonces, el hipotiroidismo ya suele haber hecho mella en buena parte de tejidos y órganos*.
Reducir el rango de normalidad de la TSH a un máximo de 2,5 microUI/ml, tal y como lleva más de diecinueve años reclamando la Sociedad Americana de la Tiroides y la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (26, 27), podría beneficiar a muchas personas. Dicho descenso es apuntado por el prestigioso estudio Wickham —con un seguimiento de más de veinte años a una amplia cohorte de personas— e indica cómo una TSH mayor de 2 microUI/ml está asociada al desarrollo del hipotiroidismo (28).
Por lo tanto, y teniendo en cuenta que la TSH es el parámetro analítico menos sensible al estado real del paciente (29), sería un gran sueño que esta recomendación de casi cuatro lustros se tuviera en cuenta. Además, algunos estudios apuntan a que la TSH aumentada (incluso dentro del rango de laboratorio) incrementa el riesgo de enfermedad cardiovascular, cáncer y mortalidad (30).
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Cómo debería valorarse de verdad si existen alteraciones tiroideas.
- Valoración de los niveles de la T3L en los diagnósticos y seguimientos de los pacientes hipotiroideos: este es el indicador más fiable, según la mayoría de las fuentes actualizadas, para valorar el daño tisular asociado al hipotiroidismo y el riesgo cardiovascular asociado (26, 27).
- Valoración de anticuerpos antitiroideos anti-TPO y anti-TG (ambos y no solo los anti-TPO) para diagnosticar si el origen de la alteración es autoinmune (como en el 90 % de los casos de hipotiroidismo en los países industrializados).
- En el caso de las mujeres que, como yo, un día nos tuvimos que someter a un tratamiento de fertilidad, se debería tener en cuenta que una TSH por encima de 2,5 microUI/ml es un predictor importante del fracaso en los procesos de fecundación in vitro (31) y debería prestársele mucha atención para evitar mayor sufrimiento y más tratamientos.
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¿Por qué no nos revisan todos los parámetros y con rangos actualizados?
Me lo he preguntado muchas veces. A mi entender, creo que se debe a que la medición de la TSH es el parámetro más económico que existe dentro de todo el panel de la tiroides. Medir la T4L o la T3L o los anticuerpos (anti-TPO y anti-TG) representa una inversión económica mayor por parte del sistema sanitario.
¿Pero acaso no es peor el sufrimiento asociado a padecer una enfermedad no diagnosticada?
Muchos de los profesionales de la salud trabajan con los rangos de normalidad que les proporciona el laboratorio y no se plantean ir más allá. Los rangos de normalidad incluyen población que aún no está diagnosticada pero que ya tiene la tiroides alterada; por lo tanto, no son rangos 100 % afinados.
Si solo te miran los valores marcados en asterisco, y si estos valores, además, están desfasados, aun cuando tú le digas que te encuentras mal, terminarán diciéndote la famosa frase: «Tienes que estar bien, porque tus analíticas están bien». Y eso no es verdad.
El panel de una tiroides sana para mí sería:
- TSH por debajo de 2,5 microUI/mL.
- T4L en la mitad superior del rango.
- T3L en el cuarto superior del rango.
- Anti-TPO y anti-TG por debajo 6 UI/mL.
Creo firmemente que una gran parte del sufrimiento vinculado al hipotiroidismo es evitable. Y que las pacientes podemos hacer mucho para encontrarnos mejor y prevenir futuras complicaciones.
Si intuyes que es tu momento de descubrir todo lo que puedes hacer (tengas o no diagnóstico en firme), empieza a formarte con todo lo que te ofrecemos en Reshape, accede a las cuatro Masterclasses GRATIS aquí.
* El hipotiroidismo celular o tisular es el que sientes en tu cuerpo por los niveles bajos de T3L. Empieza a darse mucho antes de que los niveles de TSH se vean afectados.
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Referencias:
- J. R. Garber et al.: «Clinical practice guidelines for hypothyroidism in adults: cosponsored by the American Association of Clinical Endocrinologists and the American Thyroid Association», Thyroid, vol. 22, n.º 12, p. 1200 –1235, dic. 2012.
- P. W. Ladenson et al.: «American Thyroid Association guidelines for detection of thyroid dysfunction», Archives of Internal Medicine, vol. 160, n.º 11, p. 1573, jun. 2000.
- M. P. J. Vanderpump et al.: «The incidence of thyroid disorders in the community: a twenty-year follow-up of the Whickham Survey», Clinical Endocrinology (Oxford), vol. 43, n.º 1, p. 55–68, jul. 1995.
- Meier, P. Trittibach, M. Guglielmetti, J. J. Staub, and B. Müller: «Serum thyroid stimulating hormone in assessment of severity of tissue hypothyroidism in patients with overt primary thyroid failure: cross sectional survey». British Medical Journal, vol. 326, n.º 7384, p. 311–2, feb. 2003.
- K. Inoue, T. Tsujimoto, J. Saito, and T. Sugiyama: «Association between serum thyrotropin levels and mortality among euthyroid adults in the United States», Thyroid, vol. 26, n.º 10, p. 1457–1465, oct. 2016.
- D. W. Cramer et al.: «Serum prolactin and TSH in an in vitro fertilization population: is there a link between fertilization and thyroid function?», Journal of Assisted Reproduction and Genetics, vol. 20, n.º 6, p. 210–215, 2003.