¿Seguro que tu problema es de tiroides?

Cuando alguien dice «tengo tiroides«, es sinónimo abreviado de que tiene problemas de funcionamiento de la glándula tiroidea.

Todos tenemos tiroides, el problema al que generalmente hacen mención, es que la persona padezca de hipotiroidismo, que es la alteración más común.

La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en la base del cuello. Endocrina significa secretora de hormonas, que son unos mensajes químicos que dan órdenes a todo el cuerpo marcándole su ritmo de funcionamiento.

Esta glándula tiene forma de mariposa, mide unos 5 cm de ancho por 1 cm de grosor y un peso de alrededor de unos 20 gramos. Parece poca cosa, pero la alteración en su correcto funcionamiento tiene trascendencia en todo el organismo, puesto que todas las células del organismo tienen receptores para recibir las señales que les envían las hormonas tiroideas. Por eso, algunos la llamamos «tirano-ides» en tono bromista.

Hipertiroidismo vs Hipotiroidismo

Si el ritmo que marcan las hormonas tiroideas es demasiado elevado esto da lugar a una situación hipertiroidea (por encima de lo normal) en la que la persona nota palpitaciones, aceleración, pérdida de peso incluso con pérdida de masa muscular, exoftalmos (los ojos salen de sus cuencas con aspecto de ojos saltones), problemas para dormir, problemas para concentrarse, rampas en las piernas y mucha ansiedad, entre otros síntomas.

Si sucede al revés, es decir, que el ritmo que marcan las hormonas tiroideas es demasiado lento, esto da lugar a una situación de hipotiroidea (por debajo de lo normal) todo se ralentiza.

El metabolismo (el ritmo de funcionamiento del cuerpo) va más lento de lo que debería, creando a un cuadro de:

  • Cansancio
  • Apatía
  • Estreñimiento
  • Dolores musculares y articulares erráticos
  • Contracturas
  • Alteraciones menstruales
  • Palpitaciones al estirarse
  • Dolor de cabeza (sobre todo por la mañana y a última hora de la tarde)
  • Dificultades de concentración
  • Poca memoria
  • Dificultades para adelgazar
  • Sensibilidad al frío
  • Problemas digestivos (la comida se repite, las digestiones se alargan, mucha flatulencia e hinchazón)
  • Infecciones repetitivas (cistitis, otitis, faringitis,…)
  • Pérdida de cabello (incluso del pelo del final de las cejas).

Adicionalmente también conviven síntomas emocionales como: miedos infundados, sensación de inseguridad interna, ansiedad, pensamientos depresivos, cambios de humor y un largo etcétera. 

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La ciencia detrás del hipotiroidismo

Ahora bien, la tiroides es una «currante» que está a las órdenes de la «jefa» hipófisis (otra glándula endocrina que se sitúa en la base del cerebro).

La hipófisis (la jefa) se comunica con la tiroides (currante) a base de mensajes químicos llamados TSH (Hormona eStimulante del Tiroides), estos mensajes se podrían comparar con el tono de voz: si la hipófisis detecta que la tiroides no está trabajando lo suficiente (hipotiroidismo) le empezará a alzar la voz y a pegarle cada vez más gritos (cada vez la TSH será más elevada), si por el contrario la tiroides está haciendo una huelga a la japonesa (está trabajando demasiado – hipertiroidismo) le dirá bajito que por favor deje de trabajar tanto (cada vez la TSH será más baja).

El resultado del trabajo de la currante es, en más de un 90%, un tipo de hormona llamada T4 (Tiroxina) que no puede utilizarse ni entrar en las células si antes no es transformada a T3 (Trioyodotiroinina).

Foto: shutterstock

Explicado de otro modo: la tiroides fabrica T4, una especie de camiones que van cargados con herramientas eléctricas. Para que las células puedan utilizar las herramientas, éstas tienen que ser descaradas del camión (estar en forma de T4Libre) y enchufadas (activadas a T3) y conectarse correctamente con las células (estar en forma de T3Libre).

Por muchos camiones que haya (T4) si no descargamos las herramientas, no las enchufamos y no las ponemos a disposición (T3L) de las células, estas van a seguir teniendo problemas para funcionar.

Por esta razón es tan importante que en las analíticas se mire tanto los valores de TSH (los gritos de la jefa), cómo la T4Libre (las herramientas descargadas) y SOBRETODO la T3L (las herramientas enchufadas y puestas a disposición de las células).

Desgraciadamente en la mayoría de los casos solo se mira la TSH y la T4. Esto es un error conceptual muy grande, desde mi punto de vista, porque se está dejando de comprobar si la persona tiene suficiente hormona a disposición para que funcionen bien sus células.

Puedes tener una analítica con una TSH y una T4 correcta, que el médico te diga que estás bien y tu encontrarte fatal porque no estés haciendo bien la conversión a T3 ni tengas suficiente T3L.

Lo que ocurre es que las analíticas de T3L son costosas. Y además, el tipo de medicación que se da para el hipotiroidismo (Eutirox – Levotiroxina) es en forma de T4. Así, cuando ingieres la pastilla, ésta aumenta los niveles de T4 en sangre dando lugar a una disminución de la TSH (la hipófisis es mucho más sensible a los niveles de T4 que de T3). 

Por lo anterior, los médicos están acostumbrados a hacer un seguimiento de la TSH y la T4 que es lo que cuadra con el tipo de tratamiento que dan y no suelen ir más allá, aunque el paciente les diga que se encuentra mal (lo sé porque lo he vivido en mis propias carnes y lo veo cada día en consulta).

Cuando te encuentras mal, aunque la TSH y la T4 estén bien en la analítica, muchas veces es porque hay problemas en la conversión de T4 a T3 y tus células no están funcionando correctamente. Y ¿cómo se produce la T3 a partir de la T4? Sorprendentemente no depende del tiroides sino del buen funcionamiento del intestino delgado y del hígado.

A veces los problemas de la tiroides, no son culpa de la tiroides

En situaciones de estrés agudo o sostenido, alteraciones de la microbiota intestinal y del hígado, cuadros inflamatorios crónicos, entre otros

 Resulta que parte de las herramientas T3 se alteran y se vuelven inservibles (T3Reversa). Con lo cual, si el paciente tiene la T3 normal pero aún se encuentra mal, conviene mirar también este valor de la T3Reversa. E ir a las causas que están provocando un exceso de transformación al «reverso tenebroso».

Además normalmente se considera que una TSH (gritos de la jefa) es normal hasta niveles de 5 o de incluso 7 (en unidades de microUI/L), de hecho, los resultados de la mayoría de los laboratorios aún hoy en día ponen como valor máximo normal 5 (microUI/L).

Estos niveles son exageradamente altos, y de hecho una persona con una TSH por encima de 3 ya puede empezar a sentirse mal. 

Existe una petición del Colegio Americano del Endocrinólogos Clínicos para que se revise el intervalo de normalidad de la TSH y se establezca entre 0,3 – 3,0 microUI/L. Mi experiencia en consulta, es que la mayoría de afectados de la tiroides nos sentimos bien en un intervalo de TSH entre 0,5 – 2,0 microUI/L.

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A todo esto, aún no hemos planteado por qué funciona mal nuestra glándula tiroides, ¿será que no le gusta trabajar? o ¿que le gusta trabajar demasiado? ¿Estará desorientada? y ¿por qué? La respuesta es que en el 90% de los casos de alteraciones del tiroides (en los países industrializados) la causa subyacente es autoinmune.

Esto significa que hay una parte de la glándula que se está autodestruyendo, está siendo atacada por el propio sistema inmune del organismo (de ahí la palabra auto-inmune).

Foto Shutterstock

El mismo sistema inmunitario que en teoría tendría que defendernos de los ataques externos (virus, bacterias, hongos…) está confundido y en lugar de luchar contra esas amenazas, se entretiene metiendo fuego a tejido propio, en este caso a la glándula tiroides provocándole una Tiroiditis Autoinmune. Esta puede dar lugar a dos situaciones:

Tiroiditis autoinmune de Hashimoto

HIPOTIROIDISMO

Esta inflamación crónica autoinmune de la glándula tiroides da lugar a hipotiroidismo: la glándula funciona lenta porque le están prendiendo fuego a una parte de la fábrica de las hormonas tiroideas. En estos casos los pacientes dan positivo de anticuerpos anti-TPO (en el 90% de los casos ) y de los anticuerpos anti-TG (en el 25 – 50% de los casos). Es decir que nuestro sistema inmune crea anticuerpos contra dos substancias del tiroides (la Tiroperoxidasa-TPO y la Tiroglobulina-TG) necesarias para fabricar las hormonas.

Si ya cuesta que te miren los niveles de estos anticuerpos, muchas veces sólo se miran un tipo, los anti-TPO (tambien llamados antimicrosomiales) pero no se miran los dos (anti-TPO y anti-TG). Una pena porque la mitad de los que padecemos de Hashimoto tenemos positivos los dos, o incluso he encontrado casos con anti-TPO normales pero anti-TG elevados.

Tiroiditis autoinmune de Graves-Basedow

HIPERTIROIDISMO

Esta inflamación autoinmune de la glándula da lugar a hipertiroidismo:la glándula funciona muy rápida porque tiene alteradas las antenas receptoras de las señales de la jefa. La razón es que existen anticuerpos anti-TR y anti-TSI, los receptores de la TSH. Y como nadie le pone freno a la tiroides porque no escucha la señal al tener los receptores dañados, esta trabaja y trabaja como si no hubiera mañana.

En algunos casos, se pueden dar situaciones de estados combinados de Hashimoto y de Graves-Basedow: la razón es que existe alteración inmunitaria y se atrofian receptores y mediadores de la fabricación de las hormonas tiroideas.

En estos casos, los pacientes transitan entre temporadas con estado hipo y otras con estado hiper. Muy desgastante para ellos porque pueden pasan del todo a la nada en cuestión de días.

En cualquiera de los casos, el sistema inmune está confundido y autodestruyendo parte de la tiroides y por eso no puede hacer bien su trabajo la pobre glándula. Y en estas situaciones, tanto en hiper como en hipo autoinmune, administrar yodo (práctica habitual en algunos casos) puede ser muy contraproducente porque lo que está haciendo es exacerbar el incendio autoinmune.

Foto @judebeck via unsplash

Así, que, vistas las cosas, ¿estás segur@ que el problema de tiroides es de la glándula? ¿No será que la raíz del problema es la alteración del sistema inmunitario que se ha desajustado y se pone a destrozar la propia casa en lugar de defendernos de las amenazas externas?

Para mí, la mejora de las Tiroiditis autoinmunes (repito que se trata del 90% de los casos de alteraciones tiroideas en el mundo industrializado) NO pasa por centrarse en la glándula y en dar SOLO terapia hormonal sustitutiva del tiroides (dosis cada vez más elevadas del famoso Eutirox, la levotiroxina); sino en calmar a esos policías hiperactivos que nos están autodestruyendo.

Precisamente esta alteración inmunitaria, es el origen compartido por las más de 80 enfermedades autoinmune reconocidas hasta la fecha. Puedes ver un listado de las enfermedades aquí: http://www.aarda.org/disease-list/ algunas te sonaran:

  • Psoriasis
  • Esclerosis múltiple
  • Vitíligo
  • Crohn
  • Colitis ulcerosa
  • Artritis reumatoidea
  • Celiaquía
  • Endometriosis
  • Lupus
  • Fibromialgia
  • Diabetes tipo 1
  • Uveitis
  • …y muchas más

La mejora de la autoinmunidad no pasa por centrarse específicamente en lo que le pasa a la glándula o tejido afectado (visión de la medicina clásica en la que cada enfermedad la trata un especialista distinto), sino en entender qué ha llevado a la alteración autoinmune y aplicar medidas para poder reequilibrar el sistema inmunitario (medicina funcional).

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Montse Reus, Dietista-Nutricionista experta en hipotiroidismo

@montsereusdietista

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DISCLAIMER

Esta información es meramente divulgativa, no tiene como intención tratar ninguna enfermedad. Si tiene cualquier duda sobre cómo puede afectar su vida y/o su tratamiento, debe consultar a su médico de referencia

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