Helado de mango con coco

Delicioso helado casero sin lactosa ni azúcar refinado. La leche de coco y el mango maduro son bastante dulces, aunque puedes añadirle miel si deseas un poquito más de dulzor.

Es súper fácil de hacer, necesitas congelar el mango ya pelado y cortado en cubitos y luego batirlo con el resto de ingredientes. Para simplificarte el trabajo, también tienes la opción de comprarlo ya troceado y congelado en el supermercado.
Queda cremoso y buenísimo ¡Pruébalo y nos cuentas!

Ingredientes para 2 porciones:

Preparación:

  1. Pela el mango, córtalo en trocitos, guárdalo en un tupper o bolsa y lo dejas congelar una hora o hasta que esté casi congelado.
  2. Si usas mango ya congelado, déjalo en la nevera, hasta que empiece a derretirse.
  3. Colócalo en una batidora junto con la leche de coco y miel.
  4. Bate hasta obtener una crema fina.
  5. Puedes comerlo ya o ponerlo en el congelador hasta que sea el momento de tomarlo.
  6. Cuando lo sirvas, decóralo con un poquito de coco rallado y ¡a disfrutarlo!

Medidas y abreviaciones:

  • cs cucharada sopera / 1 Tbsp

Conservación:

  • Consérvalo en el congelador en un recipiente hermético.

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NaturalmenteHelen

¡Hola! Soy Helen, me encanta lo natural, lo auténtico, la simplicidad, la esencia de las cosas… de ahí el nombre de mi blog, NaturalmenteHelen, un espacio donde compartiré principalmente recetas, ya que es en la cocina donde surge, naturalmente, mi creatividad.

Hace años me formé como entrenadora personal, tenía un cuerpo perfecto en apariencia… pero por dentro estaba en desequilibrio, tenía unas digestiones horribles. Ahí me di cuenta que no sólo se trataba de pesar lo que comía y calcular los carbohidratos, proteínas y grasas. Descubrí la macrobiótica de la mano de Simon Brown y todo cambió, hubo un antes y un después. A parte de aprender a cocinar y de entender los alimentos de otra forma, lo más importante es que aprendí a escuchar mi cuerpo y como los alimentos, las diferentes cocciones y los estados en cómo los ingería me afectaban. Aquí empezó mi camino del autoconocimiento y no ha parado hasta entonces. Posteriormente he estudiado cocina mediterránea, aromaterapia, cuencos tibetanos, hatha Yoga y Ayurveda.

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