Para reforzar tus defensas, no solo debes pensar en tu alimentación. Esta es sólo una parte del fortalecimiento de su sistema inmune. Esta también debe estar íntimamente vinculada con hábitos de salud que ayuden al cuerpo a una correcta respuesta por parte del sistema inmunitario.
Hago énfasis en esto no sólo funciona ingerir los alimentos sugeridos para reforzar defensas, si mantienes hábitos poco saludables o si alteras radicalmente las condiciones de tu cuerpo. Si cambias radicalmente tu rutina (sobre-descanso o sobre-estrés), tu cuerpo se verá afectado. Estos hábitos son:
1. Descanso
Haz que sea de calidad y reparador. Se recomienda que un descanso es de 7 a 8 horas al día, en la noche. Es parte de nuestro diseño, necesitamos dormir 1/3 del día para funcionar de manera óptima. Si no lo hacemos nuestro cuerpo sufre consecuencias y entre ellas nuestro sistema inmunitario puede verse afectado por falta de descanso.
2. Ejercicio
El movimiento es esencial para el cuerpo, así que evita pasar todo el día echado en el sofá viendo Netflix, o sentado en el ordenador trabajando. Es importante que incluyas en tu rutina entrenamiento físico. Tampoco tiene que ser necesariamente en un gimnasio, puedes caminar, montar bicicleta, saltar la comba, ejercitarte en casa…
3. Actitud o estado mental
La mente tiene un dominio increíble sobre el cuerpo. Si constantemente piensas que cualquier cosa te va a enfermar, estás haciendo que tu cuerpo esté propenso a contagiarse. Refuerza pensamientos positivos, libres de estrés, angustia y ansiedad.
4. Estados emocionales negativos
Otros factores tales como el estrés, la ansiedad, o un estado emocional negativo o depresivo pueden debilitar las defensas de tu organismo, aumentando la susceptibilidad a enfermedades inflamatorias e infecciones. Todo esto afecta el equilibrio del sistema nervioso que se relaciona directamente con tu sistema inmune.
Algunas actividades que puedes hacer son leer, escribir, ejercitarte, dibujar… mantener la mente ocupada en cosas que disfrutas o que te gustan ayuda a disminuir el estrés, la ansiedad y la depresión.
5. Contaminación
La contaminación por agua, por aire y por la alimentación te afecta. Un estudio realizado por la Universidad de Stanford en conjunto con la Universidad de California, demuestra que la exposición al aire contaminado disminuye la función de las células T reguladoras (Treg), encargadas de frenar la reacción del sistema inmune frente a agentes no patógenos en el cuerpo. Si la actividad de las células Treg disminuye, hay altas probabilidades de que aumenten los síntomas del asma.
La acumulación de toxinas en el intestino, provenientes del medio ambiente y del consumo de tabaco y alcohol, te hace más propensos a sufrir infecciones y manifestaciones atópicas, como el asma o el eccema.
Recomendación: mantén limpio tu hogar, y trata de pasar tiempo al aire libre.
6. Alimentación pobre o intolerancias alimentarias
Tus defensas pueden resultar perjudicadas por una alimentación inadecuada, dado que lo que comes afecta directamente al mantenimiento del sistema inmune. Tanto un déficit como un exceso de nutrientes como vitaminas, hierro, minerales pueden afectar al correcto funcionamiento de tu organismo.
Por otro lado, las malas digestiones por intolerancias alimentarias generan un estado de inflamación constante de irritación y agotamiento del sistema inmune.
7. Situaciones fisiológicas o patológicas
La edad, por ejemplo, afecta la respuesta inmune. A mayor edad, menor será tu respuesta inmunitaria. Lo mismo con quienes padecen patologías específicas que disminuyen las defensas.
¿Qué hacer para reforzar el sistema inmune?
Mantener a tu sistema inmune fuerte es más sencillo de lo que parece, porque no necesariamente implica tomar medicamentos para lograrlo. Mejora estos hábitos para aumentar tus defensas:
- Sigue una dieta equilibrada, variada y basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales. Este video de Diego De Castro te ayudará con las claves de tu alimentación para reforzar tus sistema inmune.
- Evitar el consumo de tabaco, drogas, alcohol.
- Realizar regularmente actividad física de intensidad moderada.
- Duerme en horarios regulares y descansa bien. Aléjate de la tecnología antes de descansar. Esta guía de Fer Orpinell para mejorar tu descanso seguro te ayudará.
- Cuida tus niveles de estrés.
- Mantén una actitud optimista y equilibrada.
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