Hipotiroidismo y deseo sexual (falta de libido)

Hipotiroidismo y deseo sexual (falta de libido)

¿Qué lugar ocupa en tu vida el placer en general y el sexual en particular? 

Vayamos por partes y empecemos por el deseo sexual.

Me gustaría que me dijeras si te identificas con la historia de Lidia.

—Verás, Montse, me da vergüenza hablar de este tema, pero me está preocupando y afecta a mi relación de pareja. Lo que pasa es que, sobre todo en los últimos años, ya no tengo casi nunca deseo sexual. Me ha desaparecido —dijo Lidia con un hilo de voz. 

—¿Cuánto tiempo hace que te sientes así? —pregunté para dilucidar si podía tener que ver con su condición de tiroides. 

—A ver, yo nunca he sido muy sexual. Por ejemplo, de adolescente, mis amigas disfrutaban hablando de morreos, chupetones, meter mano, pollas y follar. Y a mí me daba apuro —me explicaba echando la vista atrás.

»Me gusta el vínculo, el tacto, el afecto, las caricias… Todo ello me hace sentir querida. Pero ha llegado un punto en que cuando mi marido se pone cariñoso es porque está buscando sexo. Algunas veces hacemos el amor, pero a mí no me apetece. De hecho, es que ni siquiera pienso en ello con deseo, es como si no tuviera necesidad de hacerlo. 

»Es como si esa llama (o más bien llamita) que tenía de más joven (ahora tengo ya cuarenta y siete) se me hubiera apagado por completo hace tiempo. No es solo que no me apetece, es que me da una pereza enorme tener que invertir tiempo y energías que no tengo en algo que sé que no disfrutaré y que me dejará aún más cansada. 

»A su vez, también sufro porque sé que esta actitud no es buena para la relación. Y me siento culpable cuando mi marido me busca y yo no consigo ponerme en situación. 

—¿Qué tal es la relación con tu marido? —le pregunté para ir descartando factores. 

—La verdad es que me sigue atrayendo, y lo quiero con locura, pero sencillamente nunca tengo ganas.

»Siempre me ha costado llegar al orgasmo. Me da la impresión de que tengo que invertir un montón de esfuerzo para alcanzarlo. Y muchas veces estoy en mitad del acto sexual y mi cabeza se dispara con mil pensamientos. 

»El otro día, mientras mi marido me practicaba sexo oral con todas sus ganas me vino una idea como un flechazo: me había olvidado de meter la olla del caldo en la nevera antes de irnos a la cama y si se quedaba fuera toda la noche se echaría a perder. Quería que terminara pronto para levantarme y guardarla en la nevera, porque si nos alargábamos demasiado, seguro que me olvidaría. 

»Además, yo con la penetración no voy a ningún lado. Necesito trabajarme el clítoris un buen rato. O que me lo trabajen. Pero normalmente el otro se cansa y yo misma me canso de que el orgasmo no llegue todo lo rápido que desearía. 

»He probado con un vibrador que compré por Amazon, muy bien valorado por lo rápido que llegabas al orgasmo, y, aun así, tengo la sensación de tardar un montón, de hacerle esperar y de perder ambos el tiempo. 

»No sé cómo decirlo. Siento ansiedad por la impaciencia que me imagino que debe de estar pasando el otro. En fin, que estoy cansada de tener que invertir en este aspecto tan poco fructífero de mi vida tantas energías. Y miedo me da, ahora con la premenopausia, que mi poca libido termine por desaparecer por completo.

Tras su exposición, me empezó a preguntar con ansia.

—¿Es normal lo que me sucede? ¿Nunca más volveré a tener ganas y menos ahora que me acerco a la menopausia? ¿Qué puedo hacer? —Acto seguido me confesó lo que en realidad quería—. Tampoco es que de repente quiera volverme una bomba sexual, pero sí que me gustaría que me apeteciera y dejar de vivir la relación sexual como una obligación para que pase a ser un momento de disfrute. 

Hipotiroidismo y falta de libido (deseo sexual)

 

Las razones por las que el hipotiroidismo afecta al goce y deseo sexual.

Le explico a Lidia que existen causas fisiológicas y psicológicas que afectan a nuestro deseo sexual cuando padecemos hipotiroidismo:

  • Fisiológicas: los órganos genitales también tienen receptores de la hormona tiroidea en su forma activa (T3L). Si hay un déficit de esta, como ocurre en el hipotiroidismo, tenemos mucha menor actividad y por tanto nos cuesta mucho más todo: lubricar, sentir deseo, llegar al orgasmo, gozar.

 

  • Psicológicas: la falta de energía generalizada en el hipotiroidismo hace que nos pongamos en modo ahorro. Como hacer el amor no es una necesidad para la supervivencia inmediata, es una de las actividades a las que se suelen destinar menos recursos energéticos.

Además, cuanto menos lo practicamos, menos pensamos en él y menos ganas tenemos. Es un bucle al que debemos prestar atención y destinar medios para romperlo.

En primer lugar, mejorando nuestro hipotiroidismo a partir de pautas de estilo de vida.

En segundo lugar, haciendo espacio para el sexo y el deseo en nuestra vida. Este segundo objetivo se consigue agendando momentos de sexo (en pareja o a solas) de forma regular, por ejemplo, una vez por semana.

Pensar en escenas estimulantes, leerlas, verlas en alguna película, excitarnos y, si nos apetece, masturbarnos o hacer el amor.

Consejos de nuestra fisiosexóloga de referencia para mejorar tu deseo sexual.

Mar Puig es fisiosexóloga de referencia, experta en suelo pélvico y, además, embajadora del Método Reshape Hipotiroidismo y ponente del Summit Reshape Hipotiroidismo.

Fue precisamente durante este último cuando nos explicó los detalles del deseo sexual y cómo mejorarlo.

Le he pedido que me haga un resumen para el libro de nuestra entrevista de 45 minutos.

En ella, Mar Puig nos explicaba lo siguiente:

«Si has perdido el deseo, no va a volver de hoy para mañana. La clave está en la constancia, en mimarlo cada día. Dedícate un poco de tiempo —tampoco hace falta mucho—; pequeñas dosis al día son suficientes para ir nutriendo poco a poco tu deseo.

  • Planifícate. Sí, parece muy poco romántico, pero este es el primer paso. Si no planificas en tu agenda diez minutos para ti, siempre encontrarás excusas, y otras tareas que no nutren tu deseo te robarán tiempo.

 

  • Juega con tu cuerpo. Ponte frente a un espejo, mírate, sonríe, baila y dile cosas bonitas a esa persona que tienes delante. ¡Sedúcete a ti misma!

 

  • Regálate pequeños placeres. Momentos sensuales y de intimidad contigo (un masaje, un baño caliente, hacerte la manicura, acariciarte el pelo, leer una novela erótica…) o con tu pareja (besos, abrazos, caricias, masajes, cosquillas, conversaciones calientes…).

 

  • Conecta con tu suelo pélvico. Muévelo, tócalo y siéntelo. Estos músculos juegan un papel importante en la respuesta sexual, así que trátalos con mucho cariño y mantenlos en forma».

Y aquí va mi consejo de amiga para ti, basado en mi propia experiencia.

Una de las formas más deliciosas de aumentar tu auto amor —no te estoy hablando de masturbación aún, sino de las muestras de cariño y apreciación hacia ti misma— es meterte en la cama contigo misma.

  • Descubre la sensación deliciosa de meterte desnuda en ella.
  • Céntrate en sentir el calor que desprende tu cuerpo, el tacto suave de tu piel.
  • Acaríciate mientras te dices piropos: qué suaves son mis curvas, qué bonitos mis pechos, me gusta sentir mi pelo, me gusta mi olor, qué bonita soy, date besos a ti misma…

Hazlo cada día durante 21 días seguidos y te aseguro que empezará a cambiar la forma como te percibes.

Te sentirás más bonita y segura sin necesidad de depender de nadie.

El placer y el deseo van más allá del sexo.

Por último, pero no por ello menos importante, reserva un espacio para el placer en tu vida (más allá del sexo).

Si tu vida transcurre obligación tras obligación, habrá poco tiempo de disfrute y entrarás en el bucle del auto abuso.

Es difícil salir de él si no le pones consciencia, y nos hace mucho mal a las personas con autoinmunidad o hipotiroidismo, porque nos agota aún más.

Y cuando nos sentimos mal, exhaustas y sin espacios de disfrute, ¿qué acaba pasando? Nos vamos al lado oscuro y entonces compensamos esas carencias con la comida o con otras adicciones (incluido pasar horas en Instagram o atracarnos de comida).

Así que tan importante es tener claras nuestras obligaciones como tener claras nuestras pasiones: aquello que te hace vibrar, aquello que consigue que se te ilumine el rostro cuando hablas.

Aprender a estar bien con una misma y, sobre todo, a solas es uno de los mejores aprendizajes de esta vida. Garantizado.

Cuando aprendes a estar bien sola en contacto con tus pensamientos y haciendo lo que te apasiona, tanto si se trata de algo creativo-activo (escribir, pintar, bailar, cantar…) como imaginativo-pasivo (leer, escuchar música o podcasts inspiradores, asistir a una formación…), se produce un renacer.

Te advierto que tu entorno inmediato, acostumbrado a verte siempre pendiente de los demás, quizás no vea con buenos ojos que reclames tus momentos de soledad y creatividad.

En estos casos ten bien presente lo siguiente: 

  • Si esperas a que tu entorno esté bien para encontrar la paz, nunca llegará.
  • Si buscas paz en tu interior, en el camino todo tu sistema cambiará (y harás limpieza de lo que no debe estar en él o de las personas que te están vampirizando).

Aprender a decir que no a los demás es parte del proceso de remisión de nuestra condición de salud.

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Artículos científicos:

Carosa E, Lenzi A, Jannini EA. Thyroid hormone receptors and ligands, tissue distribution and sexual behavior. Mol Cell Endocrinol. 2018 May 15;467:49-59. doi: 10.1016/j.mce.2017.11.006. Epub 2017 Nov 23. PMID: 29175529.

 

 

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